Descubre todo sobre las vías de servicio

No son pocos los casos, tanto en ciudades como en carreteras interurbanas, en los que existen carreteras paralelas a la principal. No todos los conductores saben por qué están presentes estas vías o cómo se llaman: vías de servicio.

En este artículo, aclararemos esto, y nos detendremos tanto en sus características como en sus usos y limitaciones. Las condiciones de circulación de estas suelen ser diferentes a las de la vía principal a la que dan servicio.

Resumen:

Vía de servicio al lado de una autovía

¿Qué es una vía de servicio?

La vía de servicio es un ramal que discurre de forma paralela a una carretera principal, y está conectada con ella en diversos puntos de entrada y salida. Quizá puede parecer que no tiene mucho sentido mantener dos carreteras paralelas, pero realmente la vía de servicio tiene ciertas ventajas que se deben tomar en cuenta.

Por ejemplo, las autopistas, autovías y vías reservadas a automóviles no pueden estar conectadas a las propiedades contiguas, como casas, fábricas o terrenos. Por razones como esta se construyen las vías de servicio: estas vías se encargan de proporcionar una salida de la carretera principal y conectar con las propiedades que haya cerca.

Esto sucede también en las grandes avenidas de las ciudades. Estas sí pueden estar conectadas a las propiedades cercanas, así que en estos casos las vías de servicio no tienen esa función. Su objetivo es descongestionar el tráfico de las vías principales haciendo que la movilidad sea más fluida en espacios en los que suele haber grandes aglomeraciones.

De esta forma, cabe mejor entender que este tipo de vías dan servicio siempre a una principal. No nos vamos a encontrar una vía de servicio sin que haya una carretera principal, ya que su misión es la de dar ayuda y cobertura a las calzadas que tienen cerca.

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La circulación en una vía de servicio

Lo primero que hay que tener claro es que estas carreteras solo se deben usar cuando sea necesario. Es decir, si hay que tomar salidas o acercarse a espacios que no están conectados directamente con la carretera principal por la que se circula.

En cuanto a la velocidad, las vías de servicio paralelas a lugares como las autopistas o autovías normalmente tienen un límite inferior a las carreteras principales. Su velocidad máxima permitida suele mantenerse en una limitación de 80 km/h, aunque esto depende de la señalización de cada espacio. En ciudad no suele haber diferencia de velocidad, y se mantiene tanto la vía principal como la de servicio en los habituales 50 km/h.

La forma de una vía de servicio también suele ser bastante estándar. En general, se trata de un único carril, aunque es posible que se encuentren espacios en los que confluyen dos en una misma dirección. Es muy raro que este tipo de carretera tenga doble sentido.